
No solamente el gobierno, sino la situación política de conjunto se encuentran empantanados. La estantería resiste en forma precaria. Cualquier movimiento amenaza con derribarla. El anuncio de que se tomarían los precios de mercado como base del impuesto a la riqueza puso ‘groggy’ a la gestión de Capitanich, la cual había ingresado en un estado de hibernación como consecuencia de su reacción ante la crisis policial en Córdoba. Nada ilustra mejor, precisamente, el momento político que lo ocurrido con los amotinamientos policiales y los cortes masivos de energía: el gobierno no ha hecho nada en ninguno de los dos casos a pesar de su gravedad, de las advertencias y amenazas que fueron proferidas en ambos, y de que podrían repetirse en cualquier momento.