
En la vida nada se puede planificar, absolutamente nada.
Posiblemente hoy estés y mañana ya no; hoy tengas una persona importante a tu lado, y mañana ya no; hoy esté nublado y mañana salga el sol.
Las nubes han de durar el tiempo justo para no dejar que te cieguen durante tu camino; aunque mires a través del llanto, una sonrisa siempre puede atraer en ese instante, en el que menos te lo esperas, a alguien especial.