A VECES
A veces no te creo, no,
no te creo,
aunque sé que no me estás mintiendo
y jamás me mentirías.
Y si te expreso mis dudas
sólo obtendré más descreimientos,
pues ellos son cosas mías
y no habitan en las palabras tuyas.
Sé que no lo comprendes,
o al menos no del todo,
que te sientes ofendida por mis dudas,
que sientes nada me convence,
pero nada tiene que ver esto contigo,
es una especie de propio castigo.
A veces no te creo, no,
no te creo,
aunque sé que no me estás mintiendo
y jamás me mentirías.
Y si te expreso mis dudas
sólo obtendré más descreimientos,
pues ellos son cosas mías
y no habitan en las palabras tuyas.
Sé que no lo comprendes,
o al menos no del todo,
que te sientes ofendida por mis dudas,
que sientes nada me convence,
pero nada tiene que ver esto contigo,
es una especie de propio castigo.