
Para tener una idea cabal sobre el nivel de infantilismo de este gobierno, solo es necesario recordar que, durante la semana que se inicia, la Presidenta deberá tomar una decisión clave para el futuro del país: bajar o subir el pulgar a Marcelo Araujo y Julio Ricardo, relator y comentarista del cuestionado Fútbol para Todos (FPT). Otra acción personal y estratégica fue la que realizó el viernes pasado, a última hora: un llamado telefónico a su empresario amigo Cristóbal López para que su socio minoritario, Marcelo Tinelli, dejara de poner en ridículo al proyecto y a Ella misma con sus mordaces comentarios en Twitter.