No son los mejores días para la jefa de Estado brasileña, quien enfrenta un auge de la inflación que ya provocó refriegas por el aumento de las tarifas de transportes en San Pablo, Río de Janeiro y Porto Alegre, y la obligó a tomar medidas para sostener el real. Algo de ese clima la rozó ayer cuando resultó abucheada junto con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, al inaugurar la Copa Confederaciones en el estadio Nacional de Brasilia. "Amigos brasileños, ¿dónde está el respeto al fair play?", dijo Blatter a la multitud que los recibía con una fuerte rechifla.
↧