
"Será mejor que nos preparemos para lo peor", afirmó Gary Herstein, exmédico jefe de la Fórmula 1, porque "a medida que pasa el tiempo se hace cada vez menos probable" que Michael Schumacher "se recupere en un grado significativo".
"Para ser franco, un paciente en coma no necesita realmente sus músculos ... con la excepción del diafragma, que al igual que el corazón está casi siempre activo", añadió Harstein, preocupado porque Schumacher sigue asistido artificialmente.