La ópera no se muere, la quieren matar
Cuando un famoso se suicida, desencadena una reacción como ovejas tirándose al vacío detrás de la primera; ese efecto dominó parece también aplicar a cada orquesta y compañía de ópera que cierra sus puertas. En los últimos años, importantes compañías americanas cerraron y algunas europeas atraviesan serias dificultades. La última víctima es la Opera de San Diego, la próxima no se sabe pero hay muchas tambaleantes. Mientras tanto el público asiste atónito a cada funeral.

Cuando un famoso se suicida, desencadena una reacción como ovejas tirándose al vacío detrás de la primera; ese efecto dominó parece también aplicar a cada orquesta y compañía de ópera que cierra sus puertas. En los últimos años, importantes compañías americanas cerraron y algunas europeas atraviesan serias dificultades. La última víctima es la Opera de San Diego, la próxima no se sabe pero hay muchas tambaleantes. Mientras tanto el público asiste atónito a cada funeral.