
Fueron construidas hace aproximadamente cuatro mil años, cuando no había excavadoras ni grúas. Pero aún hoy siguen maravillando al mundo -y a la ciencia- por el enorme esfuerzo y el ingenio empleado en su construcción.
Para elevar sus imponentes pirámides, los egipcios tuvieron que trasladar gigantescos bloques de piedra y estatuas de toneladas de peso por el desierto, y lo hacían sobre grandes trineos de madera.