La máquina de Martinus van Marum
La electricidad ha fascinado a los humanos incluso desde antes de que se tuviera una idea, siquiera aproximada, de qué se esconde tras ese fenómeno. Cuando en los albores del siglo XIX fue dada a conocer la pila voltaica, se abrió todo un mundo para la experimentación eléctrica pero, antes de aquello, osados pioneros habían logrado contruir máquinas asombrosas capaces de generar electricidad.
Eran grandes y poco prácticas, pero no hay que restar mérito a unas gentes que veían cómo el “asombroso fluido eléctrico” se convertía en algo controlable por primera vez en la historia.
La electricidad ha fascinado a los humanos incluso desde antes de que se tuviera una idea, siquiera aproximada, de qué se esconde tras ese fenómeno. Cuando en los albores del siglo XIX fue dada a conocer la pila voltaica, se abrió todo un mundo para la experimentación eléctrica pero, antes de aquello, osados pioneros habían logrado contruir máquinas asombrosas capaces de generar electricidad.
Eran grandes y poco prácticas, pero no hay que restar mérito a unas gentes que veían cómo el “asombroso fluido eléctrico” se convertía en algo controlable por primera vez en la historia.