
Increíble pero verdad, a veces las apuestas con resultados escandalosos funcionan y esa apuesta ayer funcionó. Debía marcar Khedira y que Alemania ganase 7-1 a Brasil.
De momento vamos a contextualizar el partido. Una semifinal de un mundial, dos grandes selecciones que se enfrentan en casa de una de ellas, un ambiente increíble y un objetivo común, alcanzar la final del 13 de julio.