La semana pasada, después de que el avión de Malaysia Airlines fuera derribado y se agudizara la crisis entre Estados Unidos y Europa con Rusia, Barack Obama volvió a pensar en Siria. El MH17 parecía haber sido derribado por un sofisticado sistema antiaéreo ruso suministrado a los rebeldes. En una charla con sus asesores, Obama comentó que por esa razón se negaba a enviar armas antiaéreas a los insurgentes sirios. Rara vez un presidente tuvo que enfrentar, a la vez, tantas crisis en apariencia dispares, como Ucrania, Medio Oriente y Siria. Y lo que complica más la situación es la naturaleza interconectada de esos conflictos.
La semana pasada, después de que el avión de Malaysia Airlines fuera derribado y se agudizara la crisis entre Estados Unidos y Europa con Rusia, Barack Obama volvió a pensar en Siria. El MH17 parecía haber sido derribado por un sofisticado sistema antiaéreo ruso suministrado a los rebeldes. En una charla con sus asesores, Obama comentó que por esa razón se negaba a enviar armas antiaéreas a los insurgentes sirios. Rara vez un presidente tuvo que enfrentar, a la vez, tantas crisis en apariencia dispares, como Ucrania, Medio Oriente y Siria. Y lo que complica más la situación es la naturaleza interconectada de esos conflictos.