Vía muerta
El altiplano Boliviano es en su conjunto un mundo irreal donde los paisajes que encuentra el visitante se le antojan más propios de la imaginación de un pintor surrealista que de la propia obra y capricho de la naturaleza. Uyuni es conocido popularmente por su salar, una gigantesca extensión blanca de sal y litio rodeada de abruptas montañas, pintorescos desiertos y lagunas de colores imposibles que son la delicia de flamencos y turistas. Y como broche de bronce para estos increíbles parajes, encontramos el viejo cementerio de trenes de Uyuni, aunque para ser sinceros, en lugar de bronce deberíamos decir fierros retorcidos y oxidados.
El altiplano Boliviano es en su conjunto un mundo irreal donde los paisajes que encuentra el visitante se le antojan más propios de la imaginación de un pintor surrealista que de la propia obra y capricho de la naturaleza. Uyuni es conocido popularmente por su salar, una gigantesca extensión blanca de sal y litio rodeada de abruptas montañas, pintorescos desiertos y lagunas de colores imposibles que son la delicia de flamencos y turistas. Y como broche de bronce para estos increíbles parajes, encontramos el viejo cementerio de trenes de Uyuni, aunque para ser sinceros, en lugar de bronce deberíamos decir fierros retorcidos y oxidados.